sábado, 24 de diciembre de 2016

Intro XXXVI


Tras un lapso indeterminado -pues había perdido completamente la noción del tiempo durante la travesía- arribamos a Algavil 7, planeta en el que se hallaba el centro de coordinación de "recuperación galáctica" y donde se podía encontrar a los mejores expertos en transporte espacial. Mientras X llevaba su cacharrito a un módulo de reparación, yo me dediqué a dar vueltas por algunas ¿calles? No, no eran calles,  más bien espacios urbanos de aquella superciudad que ocupaba la mayor parte del planeta. Tras unos minutos desplazándome al azar por las aceras móviles, llegué a una especie de parque, por llamarlo de alguna manera. Lo primero que llamó mi atención fue lo que parecía un mapa de esos que en cualquier ciudad de la Tierra te saludan con un "Usted está aquí". La diferencia, o, mejor dicho, una de las diferencias, era que, en lugar del punto rojo y la flechita indicando la ubicación del paseante, un haz de luz multicolor que parecía surgir directamente de mis pies se enfocaba hacia un punto de la imagen que se había formado en el aire frente a mí. "Bueno -pensé-, no está mal. Pero no es más que un holograma, algo ya muy visto." Pero me equivocaba: no se trataba de una simple proyección. Noté que, al mover de forma casual mis manos, la imagen cambiaba. Tras unos pocos ensayos comprendí el manejo de aquel ingenioso artilugio. Moviendo mis manos en los tres ejes espaciales podía cambiar la orientación del mapa, ampliar la imagen e incluso ver representaciones detalladas de lugares y edificios. El propio aire delante de mí se convertía en una especie de pantalla que recibía las imágenes de no se sabe qué fuente. Una vez pasados los primeros momentos de confusión y asombro, me dediqué a estudiar el mapa. Ante mí se extendían unos inmensos espacios cuajados de selvas, montañas, extraños edificios... se me ocurrió una idea descabellada, pero conociendo ya algunos ejemplos de la superavanzada tecnología de estas civilizaciones galácticas me dije: "¿Por qué no...?" Así, adelanté mis manos como si fuera a palpar la imagen y luego las fui bajando en un ángulo de 90 grados. Como había previsto, la imagen, obediente, se situó a mis pies, en el suelo. Caminé sobre la imagen y...nada pasó. Claro, necesitaba algo que confirmara la acción o algo así... Volví a colocar las manos sobre la imagen y las levante hacia arriba y adelante: Voila! Se formó un irisado torbellino que, tras disiparse, me dejó en un nuevo lugar. "¡Dios mío!" -pensé- "¡al final no era un mapa, sino un verdadero medio de transporte!
Ni que decir tiene que me pasé el resto de la tarde dando saltos por el mapa y visitando multitud de exóticos e interesantísimos lugares. Estuve en lo que se parecía a una selva americana con sus pirámides aztecas y todo (¿cómo? ¿entonces las pirámides aztecas eran obra de ...?), glaciares entre magníficas montañas, desiertos atravesados por increíbles criaturas, jardines lujuriantes que ofrecían exquisitos frutos...¡y también una serie de lugares que no se parecían a nada de lo que conozco!

Estaba pensando en dar por terminado mi paseo cuando, de pronto, me topé con X. Recorría un precioso bosque de arces, como si me encontrara en una otoñal  Nueva Inglaterra, y, al llegar a un espacioso claro allí estaba él, jugueteando con su flamante cacharrito recién reparado. Sin darme tiempo a decir ni pío, me espetó:
- Eh, ¿qué te parece? -preguntó señalándose la solapa de su raído cardigan-.
Tenía un pequeño pero brillante distintivo prendido en ella.
- ¿Qué es eso, te han condecorado?
- Efectivamente -corroboró, pavoneándose como un colegial orgulloso-, por meritoria colaboración a la Ciencia. Hemos (ya que te he incluido a tí en el informe) descubierto una nueva forma de desplazamiento por el continuo espacial. Una vez deposité el aparato en el módulo de reparación, y la máquina diagnosticadora revisó el historial de desplazamientos, empezaron a saltar alarmas y a encenderse lucecitas por todas partes. En seguida llegó un técnico humano que me confiscó el cacharro y me acompañó a los talleres centrales, donde ya esperaba un equipo científico ansioso por destriparlo para descubrir lo que había pasado. En resumen, después de un par de horas discutiendo y escribiendo ecuaciones, llegaron a la conclusión de que el dispositivo puede viajar a través de la materia -cosa que se suponía plausible- convirtiendo esta directamente en energía -cosa que se ignoraba- en ciertas circunstancias -que aún están en estudio-. Evidentemente, esto supone una mejora notable en el rendimiento de los transportadores.
- Pero deben descubrir esas circunstancias especiales que han de concurrir para que pase lo que nos pasó a nosotros- aduje pensativamente.
- ¡Correcto!
- Y que tú y yo sabemos que son: ¡tirarse por un barranco y apretar el botón desesperadamente a ver qué pasa!!
- Hum...sí, más o menos. Pero los investigadores no van a correr esos riesgos. Harán simulaciones...
En ese momento y por primera vez, ambos rompimos a reír sonora y francamente al unísono con la convicción de haber compartido algo más que una situación peligrosa, algo más que una aventura.

Después, X estuvo contándome que ahora era importante, rico y famoso gracias a su descubrimiento. Todo ello me sumió en un mar de dudas ya que yo había dado por sentado, después de entrever lo superavanzada que era la federación en cuanto a logros sociales, además de científicos, que en ella no existiría el dinero ni las diferencias de clase ni nada de lo que pudiera provocar desigualdad entre las personas. 
-Se lo que estás pensando -dijo X, interrumpiendo mi meditación-. Pero todo tiene una explicación.
-Me gustaría conocerla -respondí escéptico-.
-Pues verás...



continuará





sábado, 10 de diciembre de 2016

Supermoon and Expedition 50 Soyuz


NASA IMAGES OF THE DAY (14/11/2016)

Supermoon and Expedition 50 Soyuz

(La Superluna y la Expedición 50 Soyuz)


La Luna...o mejor dicho, la Superluna, es vista en su salida, por detrás del cohete Soyuz en la plataforma de lanzamiento, en Kazajistán, el pasado Lunes 14 de Noviembre. 
La astronauta Peggy Whitson (NASA), el cosmonauta Oleg Novitskiy (ROSKOSMOS) y el astronauta Thomas Pesquet (ESA) serían lanzados desde el cosmódromo de Baikonur con destino a la Estación Espacial Internacional unos días después, a las 3:20 p.m. (Hora Estándar del Este) del 17 de Noviembre (2:20 a.m. hora local del 18 de Nov,) Los tres viajeros pasarán aproximadamente seis meses en el complejo orbital. 
La Superluna se produce en el perigeo lunar, es decir, el punto más cercano de su órbita a la Tierra.
Photo Credit: (NASA/Bill Ingalls)
Referencia: traducción del artículo "Supermoon and Expedition 50", aparecido en la Image of the day Gallery de la NASA. 

Saber más: 
Perigeos y apogeos: Aunque las órbitas espaciales (tanto de los cuerpos celestes como de los artefactos de fabricación humana) son aparentemente circulares, en realidad tienen un trazado elíptico, con un extremo más cercano al foco o cuerpo orbitado (perigeo) y otro más alejado (apogeo).
En el caso de la Luna, cuya distancia media a la Tierra se estima en unos 384.000 km, su apogeo puede llegar hasta algo más de 400.000 km y su perigeo acercarse hasta algo menos de 360.000. Estas diferencias, aunque no muy grandes, son significativas. 
El fenómeno de la Superluna tiene lugar cuando el perigeo coincide con la fase de luna llena, y esta circunstancia provoca que veamos la Luna un poco más grande y más brillante.

De todas formas hay que reconocer que la mayoría de las fotos de superlunas que se publican en los medios juegan con la pequeña trampa de obtener la imagen en los momentos cercanos al orto o salida del astro, lo que hace que se vea mucho más grande aún, por el efecto óptico de ampliación de la imagen que produce la refracción atmosférica.



Expedición 50.
Hace ahora 16 años que la Expedición 1 arribó a la estación espacial. Desde entonces esta ha estado permanentemente habitada. Cada expedición se compone de tres personas que suelen permanecer durante varios meses en el complejo orbital acompañando a los miembros de la expedición inmediatamente anterior y relevando a los anteriores a estos, pues la población habitual de la estación es de seis personas. Obviamente, llega un momento en que cada expedición despide a los que han sido sus compañeros y pasan a ser anfitriones de un nuevo grupo, de manera que el personal se va renovando constantemente.
Durante un tiempo los transbordadores espaciales participaron en estas expediciones, pero desde 2012, una vez puestos fuera de servicios estos, el enlace se realiza, exclusivamente, con las Soyuz.

Astronautas en el interior de la Soyuz (módulo de mando y retorno)


martes, 29 de diciembre de 2015

La Tierra sobre las olas de un océano lunar



 

(Basado en el artículo “NASA Releases New High-Resolution Earthrise Image”*: La NASA publica una nueva imagen en alta resolución de la “Tierra naciente”)

*Publicado en la “Image of the day Gallery”, NASA, el 18 de Diciembre de 2015.


El satélite artificial “LunarReconnaissance Orbiter”, de la NASA, (en adelante LRO), recientemente capturó una vista única de La Tierra desde su privilegiada posición en la órbita lunar.


“La imagen es simplemente espectacular”, dijo Noah Petro, Delegado científico de la NASA en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard, en Greenbelt, Maryland. “La imagen de la Tierra evoca la famosa “Canica Azul (Blue Marble)”, imagen tomada por el astronauta Harrison Schmitt durante la misión Apolo 17, hace 43 años, en la que también se apreciaba claramente el continente africano.


En esta imagen compuesta vemos, apareciendo sobre el horizonte lunar -desde el punto de vista de la nave espacial-, la esfera terrestre, cuya imagen queda centrada sobre un punto al sur de la costa de Liberia (4.04 grados norte y 12.44 oeste). La gran área de color pardo en la zona superior derecha corresponde al desierto del Sáhara, apreciándose más allá Arabia Saudí. Las costas atlántica y pacífica de América del Sur son visibles a la izquierda. En la Luna, captamos un atisbo del cráter Compton. Que se encuentra justo detrás del limbo oriental de la luna, ya en la cara oculta.


LRO fue lanzada el 18 de Junio de 2009, y ha atesorado un ingente caudal de datos con sus siete poderosos instrumentos, realizando una incalculable contribución a nuestro conocimiento de la Luna.  LRO disfruta de 12 ortos terrestres cada día; sin embargo la nave está casi siempre ocupada tomando imágenes de la superficie lunar, así que raramente se da la oportunidad de que sus cámaras se vuelvan hacia la Tierra y consigan una captura como la que nos ocupa. Ocasionalmente LRO apunta hacia el espacio para observar la extremadamente delgada atmósfera lunar y llevar a cabo medidas de calibración de los instrumentos. En estas situaciones, a veces La Tierra (o algún otro planeta) pasa por el campo de visión de las cámaras y entonces se obtienen llamativas imágenes como la que se muestra.


Esta imagen está compuesta por una serie de tomas realizadas el 12 de Octubre, cuando LRO se encontraba a unas 83 millas (134 kilómetros) sobre la superficie lunar en las inmediaciones del cráter Compton, en la cara oculta. Obtener una imagen de la Tierra y la Luna con la cámara de LRO es una tarea complicada. En primer lugar, la nave debe inclinarse hacia un lado (en este caso 67 grados); después el aparato ha de girar en la dirección de avance para maximizar el ancho del horizonte lunar en la imagen de la cámara de ángulo estrecho (Narrow Angle Camera). Todo esto ocurre mientras LRO viaja ¡a más de 3.580 millas por hora (unos 1600 metros por segundo) en relación a la superficie lunar, que se encuentra debajo de la nave!


La cámara de alta resolución (NAC: Narrow Angle Camera) del LRO toma imágenes en blanco y negro, mientras que la camara de baja resolución gran angular (WAC: Wide Angle Camera) toma imágenes en color, de manera que Vd. quizá se pregunte como se ha podido conseguir una imagen de alta resolución de la Tierra en color. Dado que tanto la nave, como la Tierra y la Luna están en movimiento, es necesario realizar un proceso especial para crear una imagen que represente la visión de la Tierra y la Luna en un mismo instante. La imagen final de la Tierra contiene información de las capturas de ambas cámaras (NAC y WAC). La primera facilita el detalle de alta resolución y la segunda, el color.

“En la Tierra, la diaria salida y puesta de la Luna son siempre momentos inspiradores”, dijo Mark Robinson, de la Universidad del Estado de Arizona en Tempe, principal investigador del programa LRO. “Sin embargo. Los astronautas en la Luna ven algo muy diferente: vista desde la superficie lunar, la Tierra nunca sale ni se oculta. Ya que la Luna aparentemente carece de rotación, la Tierra siempre estará sobre el mismo punto del horizonte, variando solo ligeramente de posición debido a los movimientos de libración, esas pequeñas oscilaciones que presenta el disco lunar. La Tierra no se verá moverse a través del cielo, pero la vista no será estática, pues podremos captar su movimiento de rotación: los futuros astronautas verán los continentes moverse apareciendo y escondiéndose tras el limbo terrestre y el cambieante patrón de nubes siempre llamará la atención del observador que se encuentre, obviamente, en la cara visible. La Tierra nunca podrá ser vista desde la cara oculta. Imaginen un cielo sin Tierra ni Luna.¿Qué pensarán los exploradores de la cara oculta cuando no tengan La Tierra sobre sus cabezas? “



La primera imagen de la “Tierra Naciente” (Earthrise) fue captada por la sonda Lunar Orbiter 1 en 1966, pero quizá la foto de un “earthrise” más icónica de la NASA es la tomada por la tripulación de la Apolo 8 cuando entraron en órbita lunar en la Nochebuena de 1968. Esa noche, los astronautas –Comandante Frank Borman, Piloto del módulo de Mando Jim Lovell, y William Anders, Piloto del (inexistente) Módulo Lunar- realizaron una emisión de TV en directo desde la órbita lunar en la que mostraron imágenes de la Tierra y la Luna tal como se veían desde su posición. Lovell dijo: "Esta vasta soledad es sobrecogedora y te hace darte cuenta de todo lo que tienes allá en la Tierra".

Referencias: Este artículo es una versión del mencionado en el encabezamiento.
Image Credit: NASA/Goddard/Arizona State University
Last Updated: Dec. 18, 2015
Editor: Bill Steigerwald

martes, 8 de diciembre de 2015

Primeros Vuelos Humanos al Espacio (IX)


La tripulación de Gemini 8: Dave Scott y Neil Armstrong

 
Gemini 8, el bautizo espacial de un pionero lunar.  Neil Armstrong y David Scott fueron lanzados al espacio desde el complejo LC 19 de Cabo Cañaveral el 16 de marzo de 1966. Todo parecía ir bien y el primero de los objetivos de la misión fue alcanzado sin problemas. Con pericia y frialdad, Armstrong consiguió el acoplamiento con la Agena GATV-5003, tras unas seis horas de vuelo. 

En esta otra foto, bromeando con sus compañeros
  
Esto supuso un hito histórico, ya que era la primera vez que se conseguía el acoplamiento de dos naves en el espacio. Toda la tecnología y pericia necesarias para el logro habían sido puestas a prueba con éxito. Pero una vez conseguido este primer objetivo de la misión, algo inesperado sucedió…
De pronto todo empezó a dar vueltas. Al parecer uno de los propulsores de maniobra –sí, esos pequeños motores cohete que van adosados a lo largo y ancho del cuerpo de la cápsula espacial, empezó a funcionar por su cuenta, de manera errática, seguramente por algún fallo del circuito eléctrico que lo dirigía. En pocos minutos la Gemini 8 se convirtió en una especie de loco carrusel que de forma caótica ejecutaba maniobras de cabeceo. alabeo y guiñada que nadie le había pedido. Pánico y mareo en los astronautas tras los primeros momentos de perplejidad. Y control de misión, que no podía hacer nada, asistía atónito a la inesperada situación…Pero como decíamos en otro artículo:  “(misión)…en la que por un fallo de los motores durante una prueba de acoplamiento de naves, su cápsula se puso a girar incontroladamente. Los mandos no respondían y no podía apagar el motor defectuoso. Al mareo y la dificultad de pensar en esta situación se unía el temor de no poder regresar, bien porque la nave perdiera su rumbo, bien porque el gasto extra de combustible provocado por este  mal funcionamiento, impidiera posteriormente las maniobras de regreso. Cualquier persona en esta situación hubiera sido presa del pánico. Pero Neil Armstrong estaba preparado: con un impulso combinado de los restantes motores consiguió equilibrar la nave y preparó una trayectoria orbital de reentrada para volver antes de que fuera demasiado tarde. Así, Armstrong y su compañero Dave Scott, descendieron sanos y salvos con su cápsula en el Océano Pacífico.
La etapa Agena, vista desde Gemini 8, poco antes de la maniobra de acoplamiento


La misión, al ser abortada, dejó sin completar el otro objetivo primario encomendado: un paseo espacial extendido, de dos horas de duración, que debía haber realizado el copiloto Dave Scott. Pero al haberse consumido una gran parte del combustible necesario para la maniobra de reentrada, las normas eran claras: Abortar misión y regresar. La duración de la misión se vio reducida de los tres días previstos a poco más de 10 horas. Hubo que rediseñar el procedimiento de recuperación, ya que el amerizaje se produjo en el Pacífico, al sur de Japón, en lugar del Atlántico, como estaba previsto. Pero al final todo acabó bien gracias a un trabajo bien hecho, como gustaba decir Armstrong, desdeñando halagos sobre su heroicidad. Pero hay que reconocer que la habilidad principal de los que están llamados a hacer grandes cosas es, precisamente, convertir las derrotas en victorias y los fracasos en éxitos. Y así lo entendió la Administración Americana del Espacio, que brindó a este hombre la oportunidad de convertirse, algún día, no muy lejano de este que hemos narrado, en uno de los héroes de la Humanidad. Ese día, Armstrong se graduó como Astronauta de Primera.

Tres meses más tarde, y aún con el susto en el cuerpo, ya que Gemini 8 sufrió la situación más crítica de una nave americana en el espacio (hasta el fatídico vuelo del Apolo XIII), Stafford y Cernan fueron lanzados a la órbita en la Gemini IX, con los mismos objetivos primarios que sus predecesores: acoplamiento de naves y paseo espacial. Pero ambas tareas tenían algunos detalles novedosos.
La cuestión es que Gemini 9 estaba preparada para ser lanzada unos días antes, concretamente el 17 de Mayo, pero,de nuevo, al igual que ocurriera a Schirra y al propio Stafford, con la Gemini 6, su objetivo Agena fracasó en el lanzamiento, debido a un cortocircuito que provocó un fallo en cadena, determinando que el cohete con su payload cayera al Atlántico. No obstante, todo estaba previsto. y las empresas constructoras de aparatos espaciales ya tenían preparado un backup target, un objetivo de sustitución, que no era otro que el ADTA (Augmented Target Docking Adaptor), una especie de versión reducida del ATV, que se convirtió en la nueva pareja espacial de Gemini 9. El otro gran objetivo era un paseo espacial, el que no pudo realizar Dave Scott, pero esta vez utilizando un “AMU”, curiosa antigualla predecesora de la famosa MMU (Manned Maneuvering Unit), que los futuros astronautas de los transbordadores espaciales pondrían de moda.
Se podría decir que esta misión fue un pequeño éxito formado por grandes fracasos ya que los dos grandes objetivos primarios no pudieron completarse y sufrieron algunos contratiempos que, por suerte, no llegaron a ser fatales.
La aproximación y rendevouz con el ADTA se realizaron a la perfección, pero cuando los astronautas tuvieron contacto visual cercano con aquel, descubrieron que la cubierta protectora que lo contiene durante la fase de lanzamiento no había sido eyectada completamente, quedando como una vaina parcialmente abierta en torno al aparato. Ello dio lugar al celebrado comentario de Stafford, que lo describrió como un “Angry Aligator” (Caimán Furioso). Pero bromas aparte, y tras un ameno debate con el control de misión en Tierra sobre las posibilidades de cortar los cables que aún sujetaban, si bien precariamente, la estructura protectora –se llegó a barajar la posibilidad de cortarlos manualmente con las tijeras quirúrgicas del botiquín de a bordo o, incluso de apartarla con el propio morro de la nave- se desestimó cualquier intento en este sentido por el peligro que hubieran entrañado las piezas en el momento de soltarse o una vez que se encontraran a la deriva en el espacio.

El "Angry Alligator"

  Se realizaron, pues, varias maniobras de cita espacial, acercándose desde distintas ubicaciones, pero el acoplamiento en sí no pudo llevarse a cabo.
El spacewalk de Cernan, que hubiera incluido algunas tareas sobre el ADTA, cambió de perfil y se postergó hasta el tercer día de misión, una vez alejado el pecio, pues no parecía seguro acercarse a él mientras giraba de forma continua y con aquellas amenazadoras fauces abiertas. No obstante, el paseo de Cernan no estuvo exento de dificultades, ya que al igual que sucediera en situaciones precedentes, el traje espacial, una vez presurizado adoptó un exceso de rigidez que impedía al astronauta moverse con soltura, haciéndole muy difícil su tarea. Uno de los momentos más difíciles de la caminata espacial fue cuando Cernan se dirigió a la parte posterior de la cápsula donde se encontraba el lugar de almacenamiento del “AMU” (Astronaut Maneuvering Unit), especie de mochila autónoma con capacidad de desplazamientoy soporte vital independiente de los umbilicales de la nave. Por ese entonces, y debido a las dificultades de movimiento antes citadas, Cernan se encontraba casi exhausto, con el pulso en 180 y la visera de su casco tan empañada por el calor interno del traje. que practicamente no podía ver. Uno de los fallos de aquellos primitivos trajes era la refrigeración por aire, que no era muy eficiente cuando, en caso de trabajo continuado, el astronauta empezaba a sudar copiosamente y la temperatura interna del traje se equiparaba a la corporal. En las versiones mejoradas para las misiones Apolo, la refrigeración se hacía por agua, lo cual obligaba a incorporar un primer traje interior recorrido de finos tubos por los que circulaba el líquido refrigerante.
Aunque Cernan intentó completar la tarea, Stafford ya era consciente de la imposibilidad de realizarla, puesto que además, la AMU, que funcionaba con peróxido de hidrógeno, emitía chorros de gas caliente que no hubieran hecho más que agravar la situación. Cernan, además, ya era casi incapaz de moverse cuando Stafford le ordenó que volviera al interior de la cápsula, así que este, abriendo la escotilla de su lado e incorporándose sobre su asiento, se asomó, y asiendo a su compañero por las piernas lo atrajo hacia sí, ayudándolo a volver a su sitio. La EVA, aunque no había completado la totalidad de las tareas programadas, había durado algo más de las dos horas inicialmente previstas.
Configuración del "AMU" para EVA. Nótese que los pantalones del traje van cubiertos por un tejido especial metalizado con el fín de proteger al astronauta de los calientes gases eyectados por el equipo

  Hasta 2001, en una entrevista realizada a Thomas Stafford, no se desvelaron todos los detalles que pusieron en peligro a los tripulantes de esta misión, y uno de los más inquietantes fue, como relató él mismo, que, durante algunos momentos pareció imposible que Cernan pudiera volver a entrar en la nave, en cuyo caso, Stafford, para salvarse, debía haber cortado el umbilical que mantenía a su compañero unido a la nave, según las instrucciones de misión.     Evidentemente, Stafford nunca hubiera estado dispuesto a hacerlo, pero, de mantenerse la situación durante la reentrada, ello hubiera provocado la muerte de los dos hombres.
  El resto de la misión se ocupó en una serie de experimentos menores pero, al parecer, la experiencia adquirida con todas estas dificultades, fue mucho más productiva, de cara al futuro, que unas pruebas exitosas.
  No podemos dejar de recordar, puesto que el esfuerzo espacial, como queda demostrado, estuvo jalonado de dificultades y fatalidades, que la tripulación original de esta misión era la formada por Elliot See y Charles Basset, que, unos meses antes de la misma, perecieron en accidente de aviación, cuando se dirigían a las instalaciones de McDonnell –constructora de la Gemini- en San Luis.
  Stafford, que consiguió con esta misión el record de menor tiempo transcurrido entre dos misiones – y el de aplazamientos-, actuó más tarde como Comandante del Apollo X, segundo vuelo circunlunar de la historia –y ensayo general antes del alunizaje- y participó también en el histórico vuelo conjunto Apolo- Soyuz.
  Por su parte, Eugene Cernan, volvió a ser segundo de Stafford, en el citado Apolo X, y más tarde tuvo su propia misión como comandante, la Apolo XVII. Tiene la simbólica distinción de ser, por el momento, “el último hombre sobre la Luna”.

domingo, 31 de mayo de 2015

Comentarios. El legado de Philip K. Dick. Desafio total (2)



  



  Hace varios años dejamos a Douglas Quaid a punto de embarcarse en una sorprendente aventura a la que este fantasioso obrero de la construcción, hábil en el manejo de pesados martillos neumáticos, se había visto abocado por culpa de un insidioso y recurrente recuerdo que su torturada mente le devolvía cada noche en forma de sueño o quizá pesadilla. Entretanto, un olvidable remake de la cinta vio la luz y unos cuantos años más pasaron por encima de este film que en el anterior artículo defino como la culminación del cine de SF de los ochenta. Pero releyendo dicha entrada: “Desafio Total. El legado de Philip K. Dick”(23-07-2012), me he dado cuenta de que explícitamente prometía una continuación al artículo en el que únicamente daba unas pinceladas sobre el film. Como más vale tarde que nunca, he decidido ir a ello en esta ocasión, tan buena como otra cualquiera.



  Un deseo obsesivo. Douglas Quaid quiere ir a Marte, está obsesionado con volver allí…un momento: ¿volver? Nunca ha salido de la Tierra, es un modesto trabajador sin capacidad para costear dicho viaje.


  Podemos recordarlo todo por usted (al por mayor) [We can remember it for you wholesale]. Este es el título del relato del maestro (P.K. Dick) que dio origen al guión de la película. Quaid decide hacer caso de la publicidad de Rekall Inc., empresa de ocio que se dedica a “implantar recuerdos” en sus clientes como alternativa económica a los viajes reales. Una idea que vertebra toda la trayectoria de este genial narrador: Lo que vivimos lo recordamos. Lo que recordamos es lo que somos. ¿Y si lo recordamos aunque no lo hayamos vivido? Quizá sirva igual. 


  Contraindicaciones. El primer mandamiento de Rekall Inc., sin embargo, advierte, más o menos: NO IMPLANTARÁS CUANDO YA SE HAYA IMPLANTADO PREVIAMENTE. Puede producirse un desastre: ese estrafalario “embolismo esquizoide” al que tanto temen los técnicos de la compañía, que puede dejar a su cliente en estado catatónico y babeante, y que puede suponer una demanda millonaria por parte de sus familiares. En el caso de Quaid es peor aún: su reacción es un RECUERDO TOTAL (Total Recall, título original de la película). Quaid se convierte, realmente, en otra persona. Con habilidades insospechadas, con recuerdos nítidos de “otra vida”. Salta la alarma y una cohorte de sicarios y agentes secretos comienzan a acosarlo y perseguirlo con ánimo de aniquilarlo, ya que, al parecer, su mente alberga un secreto que no debe conocerse. Pero el consigue zafarse y escapar…pero ¿a dónde?


  “Mueve el culo hacia Marte”

Alguien en las sombras está interesado en ayudar a Quaid. Recibe un maletín con todo lo necesario: documentos, dinero, un dispositivo para extraer implantes localizadores, y un bonito mensaje de Hauser (“yo soy tú, tú eres yo…y lindezas por el estilo) que convence a Quaid de que tendrá que continuar la misión que los enemigos de aquel le impidieron cumplir.


  Turbinio y Aire: un negocio redondo.

Cuando Quaid llega a Marte descubre que el idílico paraíso turístico que se publicita en la Tierra esconde en realidad un submundo de tiranía, opresión y negocios sucios liderados por un auténtico dictador –Cohaagen- y que un no tan pequeño ni desorganizado grupo de rebeldes intenta subvertir dicha situación. El virrey marciano, temido incluso por el Presidente en la Metrópoli, juega sus cartas hábil y arteramente para conseguir cada vez más poder y riqueza. Vende a la Tierra el Turbinio, un mineral que es la alternativa energética a los combustibles fósiles y vende a sus colonos y trabajadores el aire que necesitan  para respirar, suministrado por su monopolio a los domos o cúpulas herméticas que albergan las ciudades fundadas en territorio marciano.


  El Frente Popular de Liberación de Marte. Pero Cohaagen ha tensado mucho la cuerda después de décadas en el poder. Los domos de construcción barata para las clases populares no filtraban adecuadamente las radiaciones procedentes del espacio que barren sin piedad a un planeta rojo prácticamente carente de atmósfera protectora. Ello ha dado lugar a mutaciones y deformidades visibles en las gentes que deambulan por los bajos fondos de Venusville. Protestas y acciones de carácter guerrillero son sofocadas a diario por la policía antidisturbios. Y al frente del movimiento opositor se halla el mítico Kuato, al que casi nadie conoce. Pero Quaid tendrá que buscarlo. Es un mutante psíquico y es el único que podrá desentrañar el secreto oculto en la mente de nuestro protagonista. Pero a quien realmente busca Quaid es a Melina, la chica de sus sueños. Sin embargo,  todo está relacionado: Marte le llevará a Melina, Melina a Kuato y este a la solución del enigma y al éxito de su misión.


  El secreto de la Montaña Pirámide. En las entrañas del planeta, muy por debajo de la explotación minera que socava la pirámide de Turbinio, está el problema del dictador Cohaagen, un problema que amenaza su bien engrasada maquinaria de enriquecimiento y opresión. Un problema que acabará matándolo. Pero es, al mismo tiempo, la solución para ese desolado mundo. Un regalo que una antiquísima civilización extraterrestre dejó como legado en el Planeta Rojo. Y que está dispuesto para ser activado. Cohaagen lo mantiene en secreto para no perder su negocio. Pero el Frente de Liberación avanza. Quaid se acerca a la solución del enigma y parece que nadie consigue detenerlo. ¿Cuánto tiempo podrá mantenerlo oculto?


viernes, 1 de mayo de 2015

Intro XXXV

 
  
   De modo que todo era tan trivial...tan simple. Como en el día a día en cualquiera de nuestras carreteras. Mi involuntaria y recién adquirida reverencia hacia los logros tecnológicos y científicos de estas gentes que ahora sé que pueblan el Universo, a veces me hacía perder de vista lo obvio: del mismo modo que en mi mundo al salir de viaje se toman una serie de precauciones para solventar eventuales imprevistos, mi cachazudo compañero y sus congéneres habrían establecido una serie de medidas de seguridad en torno a sus delirantes excursiones por el vasto océano cósmico. Cómo pude ser tan ingenuo al pensar que mi amigo se aventuraba a tal odisea bajo el único amparo de un artilugio que parecía un boli de cuatro colores...
  Así pues, abordamos el taxi galáctico dispuestos a salir de aquel bólido que en poco tiempo comenzaría a hervir bajo el influjo de la cercana estrella que, indolentemente, lo atraía a sus dominios. Una leve sonrisa se dibujó en mis labios cuando pensé que, de todas formas, el vivaz guijarro, tras acercarse peligrosamente a su soberano, y aún habiendo perdido parte de su masa y su energía en el trance, volvería a remontar su órbita, en pos del gélido afelio, escapando una vez más de aquel pozo de gravedad y burlando, quizá por otros cien años, a su poderoso amo.

lunes, 20 de abril de 2015

Selected news from Universe Today

Selección de noticias de "Universe Today"
  Hojeando virtualmente la citada publicación, una serie de temas que en ella aparecían despertaron mi interés. Como me parecieron adecuados para la sección de Actualidad de este blog, les presento aquí una breve reseña de los mismos, acompañadas de los enlaces al original para aquellos a los que les guste beber de las fuentes primigenias...

El fin está cerca: Sonda Messenger de la Nasa, último impulso.

The End is Near: NASA’s MESSENGER Now Running on Fumes 

          

The MESSENGER spacecraft has been in orbit around Mercury since March 2011. Image Credit: NASA/JHU APL/Carnegie Institution of Washington
La nave Messenger ha estado orbitando Mercurio desde Marzo de 2011, pero ahora sus días están contados. Image Credit: NASA/JHU APL/Carnegie Institution of Washington.

  Durante más de cuatro años, la sonda automática MESSENGER, de la Nasa ha estado orbitando el más interior de los planetas de nuestro Sistema Solar, trazando mapas de su superficie e investigando su geología única y su historia planetaria con un detalle sin precedentes. Pero la nave ha agotado su combustible, necesario para mantener su extremadamente elíptica órbita (diseñada así para obtener un perigeo muy cercano a la superficie del planeta) y la fuerza gravitatoria del Sol pondrá pronto punto final a su misión cuando Messenger realice su última y fatal inmersión hacia la superficie del planeta a final de mes y ya no tenga fuerzas para volver a elevarse hacia el apogeo.

  El próximo 30 de Abril, a las 19:25 UTC la Messenger impactará contra Mercurio cayendo en su abrasada superficie a una velocidad de 3,9 kilómetros por segundo ( 8700 millas o 14000 km por hora). El aparato, de algo más de 500 kilos de peso creará un nuevo cráter en Mercurio, de unos 16 metros de diámetro.

Para más información, ir al enlace  

 

Dawn se eleva sobre el Polo Norte de Ceres

Dawn Rises Over Ceres North Pole 

Dawn's framing camera took these images of Ceres on April 10, 2015 which were combined into a short animation. Credit: NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA
La cámara de Dawn tomó el pasado 10 de Abril estas imágenes de Ceres, que se han combinado en una corta animación. Credit: NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA. 

  Flamantes imágenes tomadas el 10 de Abril por la sonda Dawn, de la Nasa que muestran al planeta enano en una imagen cenital centrada sobre su polo norte. Realizadas a una distancia de solo 21000 millas (33000 km) - menos de una décima parte de la distancia entre la Tierra y la Luna- estas son las mejores y más definidas vistas de Ceres hasta la fecha. La nitidez combinada con el bajo ángulo de la luz solar dan a Ceres una espectral apariencia semejante a la de la luna, inhóspita y desolada.

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Un día en la vida de una estrella.

Nota: Con este simbólico título se presenta una extensa descripción acerca de las nubes moleculares, también llamadas nebulosas oscuras, y de su importante papel en la formación de las estrellas. Solo reproducimos un fragmento de la introducción inicial como complemento de la imagen que ilustra al referido artículo.

Stars: A Day in the Life

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Estrellas embrionarias en medio de nubes moleculares. Credit: ESA/NASA/JPL-Caltech

  Hay algo sobre ellas que nos intriga a todos. Estas enormes esferas de gas ardiendo intensamente con la energia de la fusion que se halla enterrada a miles de kilómetros de profundidad en sus núcleos. las estrellas han sido el objeto de la curiosidad humana desde mucho antes de lo que recordamos. Muchas religiones han estado basadas en la adoración de estas celestes luminarias...

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Equipo de estudiantes propone terraformar Marte usando Cianobacterias

Student Team wants to terraform Mars using Cyanobacteria


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Concepción artística de un Marte "viviente". Credit: Kevin Gill



  Los científicos creen que una vez, hace cientos de miles de millones de años, Marte tuvo una atmósfera similar a la de la Tierra y que el agua fluía por su superficie, pero la realidad de hoy es completamente diferente. De hecho, la superficie de Marte es tan hostil, que unas vacaciones en la Antártida podrían parecer sumamente agradables en comparación.
  Además de un frío extremo, la atmósfera es prácticamente inexistente y sin presencia de oxígeno. Sin embargo, un equipo de estudiantes alemanes quiere cambiar esto. Su plan es introducir cianobacterias en la atmósfera para que puedan convertir el amplio suministro de CO2 en oxígeno gaseoso, y de esta forma allanar el camino a un eventual asentamiento futuro.
  El equipo, formado por estudiantes y científicos voluntarios de la Universidad de Ciencias Aplicadas y de la Universidad Técnica de Darmstadt, de Alemania, llama a su proyecto "Cyano Knights (Los Ciano Caballeros)".Básicamente, planean sembrar la atmósfera de Marte con cianobacterias de manera que puedan convertir el gas más abundante de Marte (CO2, que conforma el 96% de la atmósfera) en algo respirable para los humanos.

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jueves, 16 de abril de 2015

Mejor no le diré nada


Alguien me preguntó una vez, en otra lejana galaxia, qué le diría, si pudiera, al niño que fui… Esta es la respuesta:



  Corría uno de los veranos de la década de los setenta. Una serie de esperanzas empezaban a forjarse en el horizonte de una sociedad que acababa de despertar de un prolongado letargo de cuarenta inviernos, muchos de ellos en blanco y negro. Morían los pájaros de Eduardo Goligorsky, pero otros echaban a volar en el imaginario colectivo de la libertad sin ira. Asimov tenía la clave y T.M. Disch diseñaba la futura sociedad de la evaluación genética, en la que un día a día esponsorizado al minuto, hacía desesperar al sojuzgado genio creador. Ya sabíamos, por el evangelio según Clarke, como serían los futuros encuentros cercanos de la tercera clase. Tendrían lugar en terreno neutral, lo cual nos permitía respirar aliviados. Mientras leíamos todos aquellos maravillosos relatos que conjuraban el peligro nuclear, la descomposición de la sociedad, la degeneración ecológica -porque creíamos que, al escribir y leer sobre ellos, alejaríamos el peligro de un desenlace real-, imaginábamos inocentemente que la evolución tecnológica del mundo nos llevaría automática y unívocamente a las esperadas etapas de un progreso tan altruista como utópico.

  Una vez conseguida la Luna, pensábamos, Marte no tardaría en caer. Una vez firmados los acuerdos de limitación de armamento, la paz mundial estaba a la vuelta de la esquina. El fin del hambre, la erradicación de la enfermedad...serían logros del siglo entrante. Una mente juvenil esperanzada y confiada en un futuro al que nos dirigíamos con movimiento uniformemente acelerado. Un chaval que se asomaba con un poco de temor, pero ilusionado, a los estudios medios y superiores; que empezaba a formar lazos de amistad y cariño con sus iguales, que leía ávidamente a los maestros de la anticipación y oía con embeleso a los clásicos, antes de sumergirse -ya para siempre- en la grandiosa música de una década de prodigios sonoros. 
  A ese chaval de trece o catorce años, he de ir y decirle, ahora que lo sé, que estaba equivocado, que el progreso no está garantizado, que las relaciones sociales son problemáticas, que el amor a veces, huye de nuestras vidas...No, mejor no le diré nada. Dejaré que siga viviendo feliz aquella época de ilusión y esperanza en un futuro mejor. Y que, con la mente limpia y el espíritu intacto, se enfrente a lo que esté por venir. Y creo que, en todo caso, tendrá muchas posibilidades de salir victorioso.

sábado, 11 de abril de 2015

La Biblioteca oculta de Zöor (XIII)


  “La muerte es como un sueño intranquilo. Como ese viscoso e interminable deambular de las pesadillas. Como ese horror insistente que nos rodea y no nos deja escapar, que porfiadamente nos persigue por ese túnel mal iluminado del terror subconsciente, hasta que el alba del despertar lo rompe en añicos y respiramos, por fin, aliviados, aunque aún sobrecogidos. Pero en este caso no hay despertar. El descanso llega con el descanso eterno. El verdadero final. Cuando se desvanece el último vestigio de conciencia, cuando muere la última neurona. Hasta ese momento sentimos, pensamos, de alguna forma vivimos. La ciencia da unas horas de prórroga al cadáver para declarar la muerte del sujeto. Es proverbial la tardanza de los jueces cuando acuden a levantar un cadáver, la de los médicos para certificar un fallecimiento. Hay como un temor a cercenar ese último destello de vida. Y no hablemos de esas leyendas sobre féretros arañados desde dentro…Pero sí, la verdad es más dolorosa aún. La conciencia, sostenida por ese complejo y maravilloso entramado de fibras, nervios, células, impulsos…perdura durante un largo tiempo después de la aparente muerte física, de la inmovilidad. Un tiempo quizá demasiado largo para lo que creíamos hasta ahora. Pero yo estuve allí, yo he visto la muerte. Llevado por increíbles azares a una guerra desconocida y lejana, sucumbí, caí en el combate y fui cegado por esa proverbial luz que te conduce a tu último destino. Durante un tiempo indeterminado experimenté la muerte hasta que la pasmosa tecnología de esos seres que me acogieron me devolvieron a la existencia.Y puedo decir que ese periodo de vida latente, la residual energía acumulada en esa suerte de condensador eléctrico que es nuestro cuerpo puede durar meses, incluso años…Tenían razón los visionarios de la literatura fantástica que imaginaron mantener cuerpos en la semivida, como los ubícuos circunstantes del genial Philip K…o aquellos que extraían la electricidad de millones de cuerpos encadenados a una inexistente fantasía matricial 
  Y ahora, viejo y cansado, devorado por esta horrible enfermedad que me aqueja, veo la muerte, de nuevo, acercarse con firme paso. Pero mi temor a la muerte ha crecido, mi temor a ese lapso indefinido de ansiedad, de caótica actividad nerviosa, de sensaciones entreveradas de recuerdos reales de una vida real y de hechos inexistentes pero alguna vez imaginados. El temor a sufrir esta falsa muerte hasta que nuestro cerebro se limpia de la culpa de haber vivido, de haber bebido de las fuentes del mal, como todo hijo de vecino, de haber sucumbido a la debilidad en innumerables ocasiones y de haber sembrado el mal entre nuestros semejantes, al igual que ellos hicieron, puesto que el mal existe en nosotros y es indisociable de la naturaleza humana…; a padecer, hasta ese liberador momento, insertos en esa especie de purgatorio previo al eterno descanso.

   Ahora entiendo -¡Qué ironía!- a aquellos vehementes mesías de medio pelo que se afanaban en hacernos creer que hay vida después de la muerte…Sí, pero ¡qué vida!
Pues solo eso, esa vida incombustible, inextinguible, tenaz, que se obstina en aferrarse al último hálito, al último impulso, al último latido de nuestro cuerpo. El paradigma de la agonía.
   Y ahora me enfrento a ello por segunda vez. Y esta vez no he de volver. Pero creedme, no hay forma de escapar a esa condena, de zafarse del penoso sufrimiento, de eso que podríamos definir como la última y peor de todas las pesadillas.”



Fragmento hallado en la Biblioteca oculta de Zöor

domingo, 15 de marzo de 2015

Primeros vuelos humanos al espacio VIII


 
Cápsula Gemini preparada para el montaje
  
  La Gemini 7 llevaba ya 11 días en órbita cuando la 6 consiguió despegar despues de tres intentos, como ya quedó explicado en el capítulo anterior. El margen de tiempo era escaso, así que la cita orbital no podía esperar. A Lovell y Borman, sucios y cansados tras semana y media en el espacio, a cuatrocientos kilómetros de la ducha más cercana y sin poder cambiarse de ropa, supongo que lo de la visita de sus colegas ya les daba un poco igual, y no veían el momento de abalanzarse sobre las refrescantes aguas de las Bermudas para ser recogidos por el USS Wasp. Pero cumplieron disciplinadamente con el objetivo y esperaron pacientemente como target pasivo a que Wally Schirra enfilara su morro hacia ellos en la órbita nº 5, unas 6 horas después del lanzamiento.

  Sin embargo,  la maniobra no era tan simple. Era la primera vez que se intentaba y había que tirar del manual de mecánica orbital para salir airoso del trance. Para explicarlo en palabras sencillas, diremos que dos naves que han de acoplarse necesitan lo siguiente:



1.      Estar en la misma órbita, es decir a la misma altura sobre la Tierra.

2.      Perseguirse una a otra hasta alcanzarse.

3.      Igualar velocidades, hasta que la velocidad relativa entre ellas sea 0.

4.      Maniobrar para situarse frente a frente.

5.      Acercarse muuuuy despacio.



Para conseguir el punto 1 sin un gasto inviable de combustible, primero hay que calcular la “ventana de lanzamiento”, es decir, lanzar la nave perseguidora poco después de que el objetivo pase por encima del lugar de lanzamiento.

Para conseguir el punto 2, la nave que hemos denominado “objetivo” y que actúa “pasivamente” deberá mantener su velocidad orbital constante, de manera que sirva de referencia a la nave perseguidora, que se desplazará más rápido y tendrá que frenar cuando se acerque a su objetivo. Pero no se puede correr a tontas y a locas porque como ya sabrán todos ustedes, cuando se acelera en órbita, lo que hacemos es alejarnos de la Tierra, acercándonos a la velocidad de escape, por lo que los aumentos de velocidad deben hacerse en márgenes muy estrechos. Por ello, esta persecución es “lenta” y puede requerir varias horas y varios lapsos orbitales. De todas formas, la anterior eventualidad  no ocurriría nunca, pues, en la práctica, las naves de rango orbital no tienen potencia suficiente para escapar de la influencia de la Tierra.