lunes, 7 de enero de 2013

El descubrimiento de TMA-1

Comentarios. 2001, odisea del espacio. XII 
 

Clavius  

En "2001, odisea en el espacio", el autor sitúa uno de los primeros asentamientos creados por el hombre en la luna en el gran cráter Clavius. Nombrado en honor del matemático renacentista Christopher Klau -por latinización del apellido- este cráter, de unos 230 kilómetros de diametro y contorno irregular, se encuentra relativamente cerca del polo sur selenita -en los 60 grados de latitud sur-, lo que supone una ubicación muy ventajosa para una base lunar. Más adelante explicaremos por qué. Las paredes del cráter tienen un altura de 3500 metros sobre el fondo del mismo, pero aquellas no son visibles desde su centro ya que, debido a la gran extensión del cráter, la propia curvatura de la luna las oculta tras el cercano horizonte. Dentro del crater Clavius hay multitud de otros cráteres más pequeños producidos por impactos meteoríticos posteriores. Los más vistosos son Rutherfurd y Porter, situados en los bordes, y una cadena de cinco cráteres de tamaño decreciente que forman un arco, denominados respectivamente Clavius D, C, N, J y JA.


Imagen de Google Earth mostrando el diámetro aproximado de Clavius
   Teniendo en cuenta que nuestro satélite tarda aproximadamente 28 días en completar un giro en torno a la Tierra y que su movimiento de rotación es equivalente a este periodo -lo cual es la causa de que siempre nos muestre la misma cara-, podemos decir que el "día lunar" tiene una duración de 28 días terrestres. Ello supone que los periodos diurno y nocturno duran aproximadamente catorce días cada uno. Dado que el lunático astro no tiene atmósfera ni océanos que actúen como reguladores térmicos -como ocurre en nuestro planeta- los cambios de temperatura entre la "noche" y el "día" son brutales, con oscilaciones entre +110º y 180º bajo cero. Es por ello que Clarke sugirió que los primeros asentamientos humanos deberían situarse cerca de los polos lunares, donde, si la orografía del terreno es favorable, se pueden encontrar lugares donde el sol nunca se pone. Esto permitiría disponer de energía solar constante y no tener que depender de acumuladores eléctricos o de complejos y peligrosos reactores nucleares.
Imagen aproximada de como se vería  la Tierra desde el polo sur lunar, con el Norte abajo y el Sur arriba
   Si avanzamos desde Clavius en dirección Norte, llegaremos a otro de los más llamativos cráteres lunares: Tycho (85 km de diámetro). Este se encuentra a unos 450 km de distancia y tiene un brillante sistema de "radios" (material eyectado en todas direcciones tras el impacto que dio lugar a su formación). A ambos lados de la linea imaginaria entre Clavius y Tycho se encuentran otros dos grandes cráteres: Maginus(163 km) y Longomontanus(145 km), a derecha e izquierda respectivamente.


Las anomalías de la Luna.

  Clarke basa su relato en la existencia de un monolito dejado por una supuesta expedición extraterrestre en el subsuelo lunar, de manera que cuando fuera descubierto enviara una señal a sus creadores avisando del progreso alcanzado por los humanos. Para dar mayor dramatismo a la narración, el autor sitúa el momento del hallazgo en plena noche selenita, y hace coincidir la visita del Dr. H. Floyd a la excavación con el momento del amanecer lunar. Cuando el monolito recibe los primeros rayos de sol, se activa su sistema de aviso o alarma produciendo una emisión electromagnética muy potente que, como se descubre posteriormente, se dirige a los alrededores de Júpiter (Saturno en la versión novelada). En este punto hay que recordar lo explicado anteriormente sobre la duración del día y la noche en nuestro satélite. Ello explica que, durante muchos días desde su descubrimiento, los exploradores situados en la Luna creyeran que el monolito era un objeto inerte, pues no se activaría, como queda dicho, hasta recibir la luz solar, señal inequívoca de que había sido desenterrado.
Preciosa imagen de los picos centrales de Tycho, tomada por la sonda
Lunar Reconnaissance Orbiter
   ¿Pero cómo fue detectada la presencia del monolito en el subsuelo? Porque tenía un fuerte campo magnético a su alrededor. De ahí la apresurada denominación que se le adjudicó: Anomalía Magnética de Tycho 1 (TMA-1: Tycho Magnetic Anomaly One).

Las anomalías magnéticas y gravitacionales son relativamente frecuentes en la Luna (también en la Tierra). En 1967, cuando las sondas Lunar Orbiter de la Nasa realizaban sus misiones de reconocimiento desde la órbita lunar para buscar lugares idóneos para los alunizajes del proyecto Apolo, se detectaron "altibajos", pequeñas alteraciones en la trayectoria orbital de estos aparatos. Se llegó a la conclusión de que esto era debido a que en algunos lugares de la Luna la fuerza de gravedad era algo mayor que en el resto y ello se debía a concentraciones de masa en esos puntos con una densidad superior a la media del astro. A estas concentraciones se les llamó Mascons (Massive Concentrations) y pueden estar motivadas por la caída de meteoritos que suman su masa a la ya existente en el lugar del impacto y a la sedimentación de "nubes de manto"(afloraciones de magma a través de la fractura provocada en la roca de la corteza).

Sonda de la serie Lunar Orbiter
   También como consecuencia, en muchos casos, de impactos de meteoritos (de naturaleza ferrosa) se producen las anomalías magnéticas. La luna no tiene un campo magnético como el de la Tierra. No nos serviría de nada una brújula en la superficie lunar. Ello es debido a la inexistencia de un núcleo metálico como el de la Tierra, pero sí hay rocas magnéticas en algunos puntos del subsuelo. Estas alteraciones magnéticas podrían ser mayores en el lugar de un hipotético impacto de un meteorito con gran cantidad de hierro en su composición.

  Pero los constructores del monolito no podían arriesgarse a que su dispositivo, tras aguardar cuatro millones de años enterrado en la Luna, pasara desapercibido como una anomalía magnética producida por un vulgar meteorito, así que dotaron a aquel de un fortísimo campo magnético que provocara la curiosidad de los investigadores humanos.

……




Informe sobre TMA-1. Condensado.

 Durante unos trabajos de prospección rutinarios, se detectó en la zona del Crater Tycho un fuerte campo magnético. En un primer momento se pensó en un yacimiento de minerales ferrosos, probablemente como consecuencia de algún antiguo impacto meteórico. Pero ulteriores estudios determinaron que el campo era mucho más potente que cualquier anomalía magnética descubierta hasta la fecha. Se decidió enviar un equipo ligero de excavación. A siete metros de profundidad el taladro de la perforadora se detuvo ante algo impenetrable. Los integrantes del equipo excavaron alrededor del punto taladrado pero en vista de lo vano de sus esfuerzos decidieron regresar a Base Clavius.

  Seguidamente se envió al lugar un equipo pesado de excavación. Este dejó al descubierto un objeto rectangular, de aristas perfectas, de unos cuatro metros de altura y de color negro, al que se denominó, de forma provisional TMA-1 (Tycho Magnetic Anomaly 1). Obviamente, se trata de un objeto artificial. Desde su descubrimiento, el objeto había permanecido inerte e impenetrable a cualquier intento de sondeo o análisis. Según las estimaciones de los geólogos a cargo de la investigación, su antigüedad podría ser de entre tres y cuatro millones de años. No había indicio alguno de su origen, composición ni finalidad. Pero, de ser cierta la datación, estaríamos ante la primera evidencia de una tecnología, y, por tanto, una inteligencia, de origen extraterrestre. Durante la visita de inspección realizada con motivo de la elaboración de este informe y coincidiendo con el alba lunar, el objeto TMA-1 se activó al recibir los primeros rayos de sol, emitiendo un ensordecedor alarido electrónico que, posteriormente, se definió como una emisión de radiación dirigida hacia algún punto de los alrededores de Júpiter.

Recomendación: Modificar el perfil de la Misión Júpiter 1, actualmente en fase de preparación, para investigar el posible destino de dicha emisión, reunir toda la información relevante acerca del fenómeno y, eventualmente, entrar en contacto con los creadores del objeto TMA-1.

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