sábado, 21 de abril de 2012

Relatos de las colonias. Nimbus (V parte)

  Krause intervino de nuevo:
  - Aunque me crean un alucinado, yo sé lo que experimenté, y no albergo la menor duda sobre su realidad. Intuyo que todos estos acontecimientos están relacionados y no podemos tomarlos a la ligera. Estoy seguro de que el equipo que está llevando a cabo la investigación en la aldea no hará sino confirmar la terrible sospecha de un dramático final para todos sus habitantes. Y debemos hacer algo, comprender no solo qué ha sucedido, sino por qué ha sucedido, por qué estamos ahora en el punto de mira de esa fuerza hostil, y qué podemos hacer para defendernos.
  Alguien, al fondo de la sala, se levantó y, dirigiéndose a Krause, le preguntó con cierta ironía:
  - ¿Podría definir o explicar, dado que al parecer posee usted información de primera mano, qué es y de dónde procede esa...fuerza hostil?
  Krause paso por alto la ironía y contestó con franqueza:
  - Según pude entender  es un ser muy evolucionado que, de alguna manera, ha conseguido unir su inteligencia, su consciencia, a las energías que se encuentran en el cosmos. Puede, por tanto, venir de cualquier parte, aunque sospecho que tiene una ubicación definida.
  - Es una explicación tan vaga como inconsistente. Una tal concentración de energía podría ser, seguramente, detectada por los radiotelescopios. Incluso en la Tierra deberían haber tenido conocimiento de ella si, realmente, se encuentra en este sector del espacio.
  - Tiene mucha razón, pero eso no resta verosimilitud a la hipótesis. Imagine que se trata de un sol o incluso un cúmulo estelar regido por esa inteligencia superior. Tendría a su disposición grandes cantidades de energía. Y al ser detectado por los aparatos, creeríamos sencillamente que estamos ante un simple cuerpo estelar.
  Un murmullo de sobrecogimiento recorrió la sala. El presidente tomó la palabra.
  - De ser así, nos enfrentaríamos a algo muy superior a nuestras fuerzas. Si bien todo esto no son más que especulaciones, creo que debo apoyar a los que piensasn que estamos ante un hecho de suma gravedad y de incalculables consecuencias. Pero, por ahora, no disponemos de datos que nos inclinen a decantarnos por una u otra postura. Lo único que podemos hacer es seguir investigando en el lugar de los hechos para llegar a alguna conclusión sobre lo ocurrido. En caso de que se confirmen nuestros temores, habrá que enviar un mensaje a la Tierra para informar de la situación en que nos encontramos...¿Hay alguna otra propuesta?
  En el silencio subsiguiente, la voz de Krause se oyó clara, casi estentórea.
  - Creo que deberíamos estar preparados para evacuar el planeta.
CONTINUARÁ




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