sábado, 14 de abril de 2012

Intro III

  Mientras bajábamos del monte - tardamos el doble de lo habitual para mí. No es que yo sea un atleta pero la verdad es que él era bastante torpe andando por el campo. Pensé decírselo para ver si sacaba algún cacharrito o artilugio que le ayudara a ir más rápido, pero me contuve por si eso pudiera ir contra las normas de cortesía de la Federación de bla, bla, bla -, me confió que en un principio iba a pasar de nuestro planeta (el decía "vuestro planetilla"), pero que en el último momento captó a través de la radio una bonita música que le gustó mucho. Me dijo que querría volver a escucharla pero que no sabía como se llamaba. Intentó tararearla, pero ante sus patéticos esfuerzos le pedí que se callara. Para cambiar de tema le pregunté que si tendría que llevarlo a ver al presidente o a alguna autoridad importante, pero me contestó que no tenía ningún interés en conocer a nuestros políticos. "Mira, te diré una cosa - me espetó con tono displicente- : hasta que no tengáis un gobierno mundial o algo parecido, formado por especialistas en sus respectivas materias, en lugar de políticos profesionales, no vais a salir de la barbarie". Eso dijo: "barbarie". Como si estuviéramos todavía en las cavernas. Y se quedó tan pancho.
CONTINUARÁ




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1 comentario:

  1. Jo, sí que es espabilao el marcianito este. Un poquito borde también, las cosas como son, pero lo uno no quita lo otro.

    Pon más, pon más.

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